¿A quién ayudamos y porqué ?
La discapacidad en Kenia
Un niño con discapacidad es aquel que enfrenta limitaciones físicas, mentales, intelectuales o sensoriales que dificultan su participación plena en la sociedad. En Kenia, miles de niños crecen sin acceso adecuado a educación, salud o protección, viendo vulnerados sus derechos más básicos. La discapacidad infantil no es solo una cuestión médica, sino un desafío de derechos humanos, igualdad y justicia social.
Los niños con discapacidad en Kenia se encuentran entre los colectivos más excluidos. Muchos no acceden a la escuela ni a la atención sanitaria básica debido a la pobreza, la falta de infraestructuras, la escasez de profesionales y la escasa cobertura pública. A esto se suma el estigma social y, en algunas zonas rurales, creencias culturales que generan discriminación, abandono e incluso ponen en peligro su vida.
Según organizaciones internacionales, muchos bebés con discapacidad son considerados una maldición, y numerosas madres sufren presiones para abandonarlos o enfrentan el rechazo de su comunidad. UNICEF estima que solo 1 de cada 6 niños con discapacidad en Kenia ha tenido acceso a educación o sanidad. Esta realidad deja a miles de familias solas, sin apoyo institucional y con enormes dificultades para sobrevivir, agravando la pobreza, la malnutrición y la exclusión social.
Una situación de enorme vulnerabilidad
Según las estimaciones citadas por las instituciones kenianas en 2024 (kippra.or.ke) aproximadamente el 11,4 % de niños de 3 a 21 años tendrían alguna discapacidad, lo que supondría unos 2,49 millones de menores en esa franja de edad.
Datos recientes y estimaciones
Conoce a las familias
El círculo vicioso
La discapacidad lleva consigo un estigma negativo en la sociedad Africana.
En muchas comunidades, la discapacidad sigue estando rodeada de estigmas y falsas creencias, siendo vista como una “maldición”. Esto provoca abandono familiar, aislamiento y rechazo social. Muchas madres quedan solas al cuidado de sus hijos las 24 horas, sin posibilidad de trabajar ni generar ingresos, lo que perpetúa un círculo de pobreza y exclusión.
Nuestra convicción
En 4FATE creemos firmemente que la discapacidad no debe ser una condena, sino una condición que merece respeto, atención y oportunidades reales. En el Centro de Discapacidad de Ukunda ofrecemos hogar, cuidado y dignidad a niños que viven en situaciones de extrema pobreza, transformando su presente para que puedan construir un futuro más seguro. Trabajamos para que la inclusión no sea una excepción, sino una norma, y para que cada niño, sin importar sus capacidades, tenga derecho a una vida digna y a nuevas oportunidades.