Samantha tiene 8 años y siempre ha estado al cargo de su abuela, ya que su madre la abandonó al nacer y el padre nunca se ha hecho cargo de la niña. La abuela vive con otros 4 hijos más, tíos de Samantha, malviven todos en una habitación desde que su marido también los abandonó, para sobrevivir ella vende y arregla zapatos.

Samantha no lloró al nacer, seguramente por falta de oxígeno en el parto, lo que le provocó una parálisis cerebral. Está paralizada de cintura para abajo, puede sentarse en la silla de ruedas pero no puede pronunciar ninguna palabra, es absolutamente dependiente.

Desde que llegó al centro de discapacidad 4FATE Samantha recibe fisioterapia y también acude a la escuela, dónde poco a poco consigue interactuar con el resto de los niños, desde que está en el centro es una niña alegre y feliz, eso nos cuenta su abuela, que aunque no puede quedarse a cuidar de ella, por tener que atender al resto de sus hijos, si que la visita con frecuencia y ve el cambio que ha experimentado. Samantha está al cargo de una de las cuidadoras del centro.