Fátima tiene 21 años, tiene tres hermanos más y es la segunda de los hermanos. El padre los abandonó y la madre se ha hecho cargo de todos los hijos, pero mientras Fátima y sus hermanos eran pequeños, su madre no podía salir a trabajar por no dejar sola a Fátima por su alta vulnerabilidad. Por estas circunstancias tuvo que contratar a una persona para que cuidara de Fátima para poder trabajar como vendedora de fruta.

Durante el embarazo su madre se dio cuenta de que algo no iba bien, ya que la niña no se movía, cuando nació ya se dieron cuenta de que la niña tenía problemas graves, pero en ningún momento ha recibido cuidados profesionales. Fátima tiene parálisis cerebral e hidrocefalia, es paralítica de cintura para abajo, no habla y se comunica por señas y sonidos. Es absolutamente dependiente. No tiene ningún diagnóstico ya que no la han tratado nunca en un hospital, ni ha recibido ningún tipo de fisioterapia o tratamiento desde que nació.

Desde que Fátima está en el centro de discapacidad de 4FATE, interactúa con todos los niños y recibe fisioterapia que mejora su posición, es alegre y participativa. Está a cargo de una cuidadora que la atiende permanentemente ya que su madre no podía dejar al resto de sus hijos sin atención.